15/2/10

Escila y Caribdis

Sigo siendo intruso de la terrorífica lectura de Ulises, de la que ya he pasado agónicamente el episodio 9 Escila y Caribdis. La novela aumenta su dificultad, y me sorprende amablmente un reto como esta lectura. Este episodio es toda una aventura de intelectuales, un montón de tipejos en la biblioteca Nacional de Dublín debaten teoráis sobre Shakespeare, pero más allá, sobre el arte y su naturaleza, sobre el artista como creador, etc., además de introducirnos en la mente de Stephen Dedalus quien, más que un alter ego del señor Joyce, encarna el artista adolescente que muchos tratamos de ser, incluso hoy después de ciento y pico de años de ese intrascendente 16 de Junio de 1904.
Me gustaría sacar un par de cosas de ese capítulo con el permiso de los espectros del señor Joyce y su alter ego:
Golpe de efecto. Encontró en el mundo de fuera como real lo que había en su mundo de dentro como posible. Si Sócrates dejara su casa hoy encontraría al sabio sentado en el escalón de la puerta. Si Judas saliera esta noche sería a Judas adonde le dirigieran sus pasos. Cada vida es muchos días, día tras día. Andamos por nosotros mismos, encontrándonos con ladrones, espectros, gigantes, ancianos, jóvenes, esposas, vuidas, cuñados-en-l-amor, pero siempre encontrándonos con notoros mismos. (página 224)

Nuestros pasos nos guían nada más que a nosotros mismos. Claro está, respondiendo a anteriores post y a la respuesta que del parcero Keops al anterior Post, condenación, salvación, dios o el diablo, aquí o allá, son estados de conciencia. Golondrina me lo escribió hace unos días El agujero negro sos vos, pero ahí es a donde me llevan mis pasos. Todos nacemos con una misión o un propósito, y no creo, aún sigo aferrado a esos ideales de antaño por cruda y despiadada que sea esta realidad, que la construcción que hemos tenido como seres trascendentes en estas dos décadas de existencia se tengan que dejar así nomás para dar paso a otra cosa, a la ilusión de una vida normal. Coño. Este es el lío de Dedalus en el episodio 9, el combate entre los dos monstruos del espiritualismo y el materialismo. Él poco a poco va pensando en la idea del equilibrio (idea incluso Zen, que me recuerda muchas cosas, incluso al Buda y los mandalas, equilibrio del universo, centro, etc...) entre el espiritu y la carne. Etc...
Ah... esta divagación perdió su sentido, pero a la larga, como dice Dedalus, nos lleva al único lugar posible e incluso habitable: a nosotros mismos.


Sigo pensando...

1 comentario:

  1. si, es irónicamente cierto, aquella lucha de monstruos, el del camino fácil y el seguir siendo el meditabundo, pero la idea del equilibrio es compleja y por mas natural que suene, es cruda y difícil es actuar y no, es esperar que las cosas salgan pero hay que luchar y mandar las putas hojas de vida, es despertarse cada día con el olor a frutas del cabello de alguien que nunca existió y volver a oler y darse cuenta que es el olor a carne del almuerzo, es muy duro tener ilusiones sobre el mundo cuando este te tira las puertas en la cara, es muy dificil ver diferente cuando solo se ve mierda y desolacion y cambiando la mirada o no mejor mirando con los ojos detras de los que usamos (volviendo a mencionar el sisma y el asunto de los dos magos) es tan dificil maldicion seguir con esto cuando mierda me siento tan bien cuando no lo sigo, es algo terrible, descubrir que la maldita simplicidad es tan comoda y facil, supongo que podria ser como tomar el camino rapido, la salida sencilla pero al escribir esto y responderme a mi propio post y a vuestro texto no importa cuanto se intente tapar ese camino que se escogio quedara como los caminos de una ciudad devorada por la selva, rocas que conducen a mi mente.

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