nido de precariedad / devenir-vacío / ontología-metafísica de la cuerda floja / resistencia irresponsable
25/7/10
Wo bist du?
23/7/10
Ver
22/7/10
Esta noche
Que no interrumpa lo cotidiano mis pensamientos
21/7/10
A donde llego justo ahora
Por estos días contradictorios he pensado en casi todo, pensar en todo sería una atrocidad, sería estar a la altura mental de Dios o del Dr. Manhatan. Hace unos días escribí un post sobre John Locke y Jack Shepard, personajes ficticios de la serie norteamericana Lost. ¿A qué iba con ello? Al presente, a mi presente y al presente de algunas personas que nos encontramos en una situación de vacío, mis camaradas vacíos, el chico del kaos (que por razones de seguridad no mencionaré sino metafóricamente) y la señorita danzante que me habló hace unas lunas de su vacío y del llanto del fénix. Se trata de un presente de riesgo, presión y sobretodo vacío. Vicio al vacío.
15/7/10
14/7/10
Reflexión previa
13/7/10
Poema Noir
9/7/10
Convexo
7/7/10
Autoinvocación: Epi-logos
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De esta manera, no creo que haya alcanzado el fin de este escrito, pero si se que me sirvió de medio como coca cola para aflojar unos tornillos y causar unas cuantas gastritis. Pero qué importa, ¿Acaso importa? Se que las normas y técnicas se crearon por una importante razón, pero ya saben, en estos ámbitos de creación soy un poco testarudo para esas gramáticas del orden a no ser que sea irremediablemente necesario. No sé que cosas añadirle a mi credo, pero del revoltijo de ideas en las que realmente creo, me acuerdo de un pensamiento de Wilde, para escribir (y yo diría que para crear) se necesitan solamente dos cosas: tener algo que decir y decirlo.
Auf Wiedersehen
Diako
¿Quién soy?
I
El hijo de los dioses, la pesadilla de algún otro, la ilusión de tener todo un cuerpo par a mí; soy mi pié izquierdo enfrentando, aguerrido, la incontrolable tempestad de los días; soy mi cuerpo limpio y el agua sucia que baja helada por laberintos de cañerías, desembocando en el mar muerto; un lapso crítico de tiempo entre lo que debo hacer y lo que necesito hacer, un atleta contra la marcha de los motores para tan solo ser una máquina de sueño y pereza; soy un pasajero somnoliento que se bambolea como una llama agonizante; un perrito amaestrado sentado en algún esquina mirando fijamente al horizonte por una vana espera; amable perdedor, escalador de montañas, actor que quiere ser director, autor, escenógrafo y guionista de la misma farsa medieval, soy un crítico voraz, hipócrita hipocondriaco, soy el premio nobel a la caridad, el trofeo al terco perfecto, el amante perfecto, espécimen que más de una desearía tener en su casa; soy un santo de la intenciones y un pescador de los ojos; soy mi talento derrochado entre bandejas y almuerzos, mis preocupaciones y mis planes a medio terminar; un vidente de lo incrédulo, con el poder capaz de hacer procrear la hoja con el lápiz así el cáncer sea evidente; soy todo lo que quieres que sea, lo que necesito ser para mantener en pie mi empresa, mis ideales y mis anhelos de inmortalidad; lo que olvidé y dejé de ser, soy el ocio que perdí por preocuparme en las devastaciones de la vida.
II
Soy de nadie, pues soy tan solo el dominio de mi voluntad. No soy de patrias mentirosas e inconclusas, ni de cuerpos fogosos. No pertenezco a mis ideales metamorfos. Pues soy tan solo de mi condición cambiante, campante y contundente. Soy de cada anhelo. Soy de ninguna posesión. Pertenezco al reinado de la incertidumbre, del ocaso, del poder del destino y la voluntad libre. Pertenezco a los reinos invisibles, inexistentes en la esclavitud. Pertenezco a la no existencia, pues de mí brota el no-ser cuando se trata de mostrar mi verdadera esencia. Pues yo, en mi entera pasión y desenfreno, en mi profundo silencio y mi filtro de vidrio, solo soy de mi libertad.
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Después de esto seguiré ya posteando cosas del presente de nuevo.
Autoinvocación (fünf)
V
En fin, como muchas de las personas que hay aquí*, yo también guardo la frustración de estudiar artes puras y todo eso, y la frustración de saber que no se vivirá del arte que se produzca en toda la vida a no ser que le venda el alma al diablo. y estoy aquí, estudiando licenciatura en vez de diseño gráfico. Eso es una artimaña del destino. Los seres humanos tenemos cada uno un fin que se alcanza por diferentes medios. Para algunos el fin será ser el medio para que otros alcancen su fin, y así sucesivamente. Somos medios de diferentes fines así como otros nos sirven de medios para nuestros propios fines, hasta que la moral kantiana se valla al carajo.
* ese "aquí" se refiere al salón de clase donde se recitó por primera y única vez este escrito, salón 607 de la sede Macarena A de la Universidad Distrital, en clase del entonces profesor Gustavo Polo.
4/7/10
Autoinvocación (IV)
IV
Como ser creador seguiría la interminable lista de mis creencias creadoras. Mi credo, mi obra, pues creo en mi obra como mi gran credo de todo lo olvidado por ser lo que he llegado a ser y dejado de ser, por ser mi sentir y mi existir. Además creo en las nuevas mitologías de encapuchados que corren a la madrugada buscando hacer justicia, creo en los traumas nocturnos de Bob Kane, en las visiones mutables de Stan Lee, en la violencia de Frank Miller, en la Woodhaus, y demás poetas de las grandes odas modernas cargadas de banalidad y nubes de poliuretano, viñetas y fotogramas. Creo en los cuartetos que han cambiado la manera oír la música, ya no con los oídos sino con el alma. Creo en la cabalgata de las valkirias, en la resurrección alemana de la orquesta, en Sexy Sadie, en el eterno prisma, en los viajes a Kashmir, en el gurú de los hippies, en las gafas redondas, en los perros rabiosos, en el blues y todas sus voces muertas, en la banalidad del nihilismo, en los accidentes de carro, en el egoísmo de la muerte. Creo porque he vivido, creo en el Eros, en el Thanatos y porqué no, creo en el Pornos. Creo en todo esto y creo en mi obra que celosamente ha secuestrado todas estas cosas. Creo en que soy el gran poeta y artista de mi vida, el rapsoda de mis ires y venires, y creo en que me falta ir y venir por mucho más tiempo en esta espiral para ser el gran poeta y artista de la humanidad.
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Debo añadir a hoy 2008 que sigo creyendo en esas cosas, además que en el Budismo, en el Caos, el Aleja y Julio y Roberto y los vagos de Dublín, y en Thom Yorke y sus amigos. En tanto y en lo mismo...
2/7/10
Autoinvocación (3)
Hoy charlé con Jeimmy y ambos llegamos a concluir, de una u otra manera, que somos lo que somos: somos creadores. Punto. Fue una charla muy reconfortante. Una catarsis. Una charla de vacío. Continúo con mi texto. Antes (2008) me decía ser artista. No, ya no. Yo soy un creador.
III
Creo para aliviar ese mareo cotidiano. Creo porque creo que crear es un acto de fe. Creo para creer en algo, unos días en la divinidad, otras veces en el amor y otras en mí mismo. Como artista me veo en este mundo en una posición incierta, tal vez porque soy muy joven y he hecho mucho de lo que me vanaglorio. Soy tan banal para los trascendentes, y tan trascendente para los banales. Soy raro y misterioso para los normales. Pero ellos no saben que para los verdaderos raros de esta vida soy un mortal.
Y soy artista, espero que no como estos payasos que ya ni viven en Colombia y crean las mismas vainas. Quiero ser un artista y punto. Claro, siempre aguardo la secreta esperanza de aparecer en un libro Taschen o algo similar, ser un nombre más en el Larousse. ¿Quién no se alegraría sabiendo que su firma vale miles de dólares?
No creo en los artistas cien por ciento honestos con el arte. Uno siempre es bueno, sincero y honrado hasta que quiere serlo. Por ahora escribo y dibujo para mi mismo, y pasaré mucho tiempo así. Escribo con claves joyceanas y pedantes que solo yo entiendo, y puede ser un tesoro arqueológico. Así como he creado cosas maravillosas que naufragan en los gabinetes empolvados de otros. He encontrado a muchos que creen en mi talento, pero es el destino quien los trae y los aleja entre la espuma del mar y el jabón de la ducha.
Por eso no creo en los contactos para salir del hueco. Toca valerse por sí mismo y de otros mortales que como yo queramos hacer algo más de nuestras vidas y de nuestro arte. Ser la piedra en el zapato para lo inminentemente establecido.